El autor se adentra una vez más en el terrible mundo de las drogas y trae información que nos muestra el inframundo en el que viven quienes eligen este tortuoso camino. Aparecen nuevas drogas con una velocidad impresionante, que, junto con el fortalecimiento de las ya existentes, se llevan la vida y los sueños de una juventud que necesita ejemplos, amor y comprensión.

Ayudado por excelentes instructores, recoge explicaciones sobre las catástrofes naturales que asolan la Tierra y sitúa a la Ecología como una de las mayores preocupaciones de la espiritualidad. De vuelta en la Colonia No me Olvides, recibe una valiosa orientación sobre uno de los actos más indignos que alguien puede cometer contra un niño, y que actualmente está creciendo de manera aterradora: la pedofilia.