La terapia de brujería se basa en algunas ideas fundamentales que dirigen su aplicación. Estos principios incluyen:

La interconexión de todas las cosas: La terapia de brujería reconoce la interconexión de todas las cosas en el universo, incluidas las personas, los animales y la naturaleza. Hace hincapié en la importancia de establecer una conexión sólida con el mundo natural y de reconocer la sabiduría y el poder subyacentes que están presentes en el mundo natural.

El poder de la intención: El tratamiento de brujería inculca en sus estudiantes la comprensión de que el poder de la intención es fundamental para el proceso de manifestación de los resultados deseados. Hace especial hincapié en la importancia de establecer objetivos claros como el cristal, así como de utilizar la visualización y otras técnicas para concentrar la energía y la atención en los resultados deseados. 

El uso de símbolos y rituales: La terapia de brujería hace uso de rituales y símbolos para ayudar a los pacientes a desarrollar una conexión tanto con su yo interior como con el mundo natural. Hace hincapié en la importancia de crear un espacio sagrado y de utilizar herramientas como velas, cristales y hierbas para promover la curación y la transformación.